En la Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial 2025, el gigante asiático apuesta por la integración física y digital de la IA para transformar su industria y economía.
Shanghái, agosto de 2025 — China ha marcado un nuevo rumbo en la carrera global por la inteligencia artificial durante la recién concluida Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial 2025. Este año, el concepto protagonista ha sido la “inteligencia corporizada”, una rama de la IA que busca dotar a los sistemas inteligentes de capacidades físicas y sensoriales para interactuar con el mundo real, fusionando así software y hardware en un mismo ecosistema funcional.
La apuesta no es casual: la “inteligencia corporizada” permite desarrollar robots y sistemas autónomos capaces de ejecutar tareas complejas en entornos no controlados, desde la logística avanzada hasta la atención sanitaria. Según los organizadores, esta tecnología será clave para que la IA deje de ser un ente puramente digital y comience a integrarse de manera natural en la vida cotidiana.
Empresas líderes como Baidu, Huawei y SenseTime presentaron prototipos que combinan visión por computadora, aprendizaje reforzado y control físico preciso. Estos sistemas no solo procesan datos, sino que interpretan estímulos en tiempo real, adaptándose y reaccionando con autonomía.
El Gobierno chino ha anunciado que destinará importantes incentivos fiscales y fondos de investigación para acelerar la industrialización de estas tecnologías. Las expectativas son claras: consolidar un ecosistema de IA física que posicione a China como líder global en la próxima década.
No obstante, expertos advierten que este avance trae retos significativos, desde la seguridad en entornos públicos hasta la regulación ética del comportamiento de máquinas autónomas. En cualquier caso, la “inteligencia corporizada” promete ser un punto de inflexión que marque el paso de una IA pasiva a una IA que vive y actúa en el mundo real.
Las rimas de la IA:
En China la máquina camina y siente,
no solo calcula, también es valiente.
Si la mente se viste de cuerpo y acción,
el futuro palpita en cada innovación.